¿Tu institución está realmente preparada para una visita de verificación en habilitación? La autoevaluación puede ser una herramienta clave para identificar brechas, prevenir sanciones y asegurar el cumplimiento de los estándares establecidos por el Ministerio de Salud.
En este artículo te explicamos qué es la autoevaluación en el proceso de habilitación, por qué es obligatoria, cómo hacerla correctamente y qué errores comunes debes evitar.
⁂ ¿Qué es la autoevaluación en habilitación? ⁂
La autoevaluación es un ejercicio obligatorio en el que las instituciones prestadoras de servicios de salud verifican, de manera interna, si cumplen o no con los estándares exigidos por la Resolución 3100 de 2019.
Este proceso permite conocer el grado de cumplimiento de las condiciones esenciales de habilitación, antes de solicitar la inscripción en el Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud (REPS) o actualizar servicios ya habilitados. La autoevaluación:
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Ayuda a detectar incumplimientos o debilidades antes de una visita de inspección.
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Permite organizar y actualizar la evidencia documental y técnica requerida.
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Reduce riesgos de sanción, suspensión o cierre de servicios.
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Fomenta una cultura de autorregulación y mejora continua.
Además, al ser obligatoria, omitirla o presentarla de forma incompleta puede traer consecuencias legales.
⁂ ¿Cuándo debe hacerse la autoevaluación? ⁂
Debe realizarse:
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Antes de solicitar una nueva habilitación.
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Al modificar servicios o sedes ya habilitadas.
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Periódicamente como parte del autocontrol institucional.
En todos los casos, debe estar firmada por el representante legal y conservarse como parte de los registros institucionales.
⁂ ¿Cómo se hace una autoevaluación paso a paso? ⁂
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Consulta los estándares aplicables.
Verifica qué condiciones esenciales aplican según los servicios y modalidades que prestas (talento humano, infraestructura, dotación, etc.). -
Utiliza la herramienta oficial.
Puedes guiarte con las matrices disponibles en la Resolución 3100 de 2019 o formatos derivados, ajustados a los requisitos vigentes. -
Verifica cada ítem con evidencia objetiva.
Marca el cumplimiento con base en documentos, registros, fotografías o elementos técnicos que puedas mostrar en una auditoría. -
Identifica brechas y toma acciones.
Todo ítem “No cumple” debe tener un plan de mejora con responsables y plazos. -
Conserva los registros.
La autoevaluación debe estar disponible ante cualquier visita de inspección, junto con los soportes respectivos.
⁂ Errores comunes al hacer la autoevaluación ⁂
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Dar respuestas sin evidencia real de respaldo.
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No tener en cuenta servicios específicos o condiciones por sede.
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Usar formatos desactualizados o incompletos.
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No tomar acciones correctivas frente a ítems incumplidos.
Evitar estos errores es clave para garantizar una autoevaluación útil y válida.
En conclusión, la autoevaluación no debe verse como un trámite más, sino como una herramienta estratégica para asegurar el cumplimiento y la calidad en la prestación de servicios. Realizarla correctamente protege a tu institución, a tus usuarios y facilita cualquier proceso de auditoría o inspección.
